11 de Febrero de 2011. Día en el que el nuevo despotismo, creado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial con dictadores amparados por las nuevas potencias mundiales, inicia una lenta y esperemos que paulatina caída.
Los acontecimientos que ahora estamos viviendo se pueden comparar ,con los matices de los siglos, a aquello que se vivió en Francia allá por 1789. El dominó que en Túnez empezó a caer y que ahora empuja las fichas de Egipto es el síntoma principal que denota dinamismo y vida en la Historia.
El pueblo clama, grita, se manifiesta y derroca. En definitiva, el pueblo elige y busca libertad.
Es realmente grandioso que hoy se den muestras del poder que tiene el pueblo. Es gratificante darse cuenta de que el ser humano valora y aprecia la democracia. Estas grandes cosas no hacen más que recordar al mundo y sus gobernantes que estos no son más que la decoración final de una construcción. Y que todo al final recae en la solidez de un estado democrático e ilustrado. Remarco esta última palabra por ser un deseo más que un hecho. Ya que para mi uno de los mayores distintivos de un buen gobierno es la ilustración. Esa luz que brilla en el conocimiento y resplandece en forma de cultura. El pueblo tiene el deber de exigir un gobierno con cierto conocimiento, formación y mente abierta. Pese que pueda parecer un poco restrictivo, pienso que el gobernante debe tener cierta formación y cultura. Este, para mi, es un aspecto que eliminaría grandes banalidades en las reuniones parlamentarias. Temas como el de que tal ministra sale en tal revista, que tal diputado bebe vino después de comer... Y esas “grandes” discusiones que copan un valioso tiempo en las sesiones de nuestro país.
Hablando de nuestro país. El día 11 de febrero, tras la dimisión de Mubarak, la mayoría los canales televisivos daban una gran cobertura del tema presentando al come-cocos de la Esteban y demás placebos. Si, un pueblo da una muestra de poder y cambio, y nosotros... no cambiamos. Esa misma noche pensaba qué pasaría si en España se pusiera ahora un dictador. ¿La conclusión?, mientras no quite el botellón y telecirco ¿qué coño más da?.
Realmente hoy en día sería muy fácil gobernar España. (Joder con lo que acabo de escribir) Todo el que llegue tiene a favor diversos temas. Con la crisis está chupado, ya la han jodido otros, solo tiene que esperar que poco a poco se solucione, si no lo hace es que los de antes lo hicieron muy mal y va a costar. El tiempo todo lo cura y todo logro que tengas con las medidas anteriores será todo tuyo. Con el paro, hay que decir que estas haciendo todo lo posible pero la crisis (Comodín, ya que como ni Zapatero supo decir en su momento la verdad y Rodrigo Rato ni la olió. Puedes echar mierda para todos lados) , que tú no has provocado, ha sido más fuerte que la bancarrota de Felipe III. Con el tiempo el campo y haciendo semigratuita la seguridad social se apaña uno. Con los sindicatos, con darle una cuarta parte de lo que vas a recaudar con la sanidad semigratuita no pían. Con las independencias... me voy a relajar y prometo explayarme otro día. Y el golpe de efecto sería hacer una ronda mensual por la Noria, Sálvame y demás. Con los falsos periodistas bien untados, como debe ser. Si, en cierto modo es fácil.
Lo cojonudo de todo esto es que hoy apenas nadie iba a salir a manifestarse contra ti en ninguna plaza. Y menos teniendo botellón por la noche. Ni dios aguanta un fin de semana sentado en una plaza sin “na'” que hacer.
Pues eso. 11 de Febrero de 2011. Un día histórico más que pasa sin pena ni gloria...
En Egipto caen faraones que explotan al pueblo y aquí mientras que tengamos a la Faraona en Telecinco nos vale.
ResponderEliminarNi tenemos líderes, ni hay cabezas para sacar a descerebrados a protestar a la calle porque tienen miedo de perder lo poquito que les queda... que acabarán perdiendo claro...
Ahora la cosa está por los países musulmanes, me temo que la ola, tarde o temprano, nos va a llegar... a ver si acaso.